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Los Carneros de Tigaday, espectáculo y tradición el domingo y martes de carnaval
El domingo de Carnaval contó con un pequeño acto de reconocimiento a Ramón Padrón.
Los Carneros de Tigaday volvieron a hacer de los carnavales de La Frontera un punto de inflexión para el carnaval tradicional de Canarias. Espectáculo y tradición se daban la mano en esta representación, que cumple siete años ya desde su declaración como bien de Interés Cultural.
Cerca de 60 carneros se han dado cita el domingo y el martes de Carnaval en la calle Tigaday para regocijo de los asistentes a esta particular manifestación carnavalera del municipio de La Frontera.
En esta edición, el tradicional tintineo inicial de los cascabeles de los carneros estuvo enmudecido el domingo en señal de respeto y homenaje a Ramón Padrón, rescatador junto a su padre Don Benito de esta insigne tradición; un pequeño acto de reconocimiento conjunto del Ayuntamiento y la Asociación, quien hizo entrega a su familia de un cuadro en memoria de este folclorista de la isla de El Hierro, medalla de Oro de Canarias, quien fallecía el pasado año.
El alcalde, Pablo Rodríguez Cejas, ha querido agradecer la labor que desarrolla la asociación y el trabajo de todos y cada uno de los jóvenes que, en estos días, se disfrazan de carneros para mantener viva esta tradición; con un mensaje de cariño y de reconocimiento a sus rescatadores y a sus familiares.
Desde hace décadas, Los Carneros salen desde la Casa del Miedo, hoy sede de su asociación y futuro museo; a este lugar acuden los más de 60 jóvenes que, junto a sus ayudantes en el trabajo de colocar zaleas y cornamentas para el disfraz perfecto, se dan cita en ella. Todo está listo prácticamente a las cinco de la tarde, hora en la que salen en una ritual estampida que recorre toda la calle Tigaday ante la expectación del público asistente. Carneros y locos, máscaras horripilantes que hacen las veces de pastores malévolos. Una vez en Tigaday, la fiesta está servida.
El decir popular cuenta que si no quieres terminar embetunado es mejor no acudir, pero lo cierto es que nadie puede resistirse a esta manifestación: jóvenes, niños, niñas y personas mayores se dan cita para ver esta divertida y diferenciada representación que es todo un espectáculo.
Una edición más, los carneros de Tigaday cumplieron con las expectativas de su público. Dos días respetados por la lluvia y festejados por cientos de personas que vivieron en primera persona una de las fiestas más emblemáticas del carnaval de la isla de El Hierro.